jueves, 19 de agosto de 2010

TRATO CON EL CLIENTE. INTERPRETACIÓN DEL PROBLEMA. ENCUADRE JURÍDICO

Trato con el cliente. Interpretación del problema. Encuadre jurídico
Como primera medida, llenar la ficha personal del cliente.
Entender que el cliente, va a verlo por un problema, y cree que el suyo es el más importante de los que uno tiene.
Entender que el cliente en general no es verídico en sus dichos. Trate de no fiarse mucho en los dichos del cliente. El cliente cree que mintiendo a su abogado, éste lo va a defender mejor. Hágale saber que ud. necesita saber la verdad, por más cruda que sea.
Entender que el cliente está en un estado alterado de sus emociones.
Darle tiempo para que se comunique, pero guiarlo en su relato hacia las cosas pertinentes.
Jamás ponerse a la altura del cliente. No hablar con lenguaje técnico ni tampoco vulgar.
Entender que el cliente no sabe de Derecho, por lo que debemos explicar las cosas de la manera más sencilla posible.
Entender que el cliente no sabe discernir cuáles son los datos relevantes que le tiene que dar, y por ende, encausarlo y focalizarlo en el problema de manera diplomática
Mantener la distancia en el trato, es algo personal de cada profesional. Pero el trato de ud. pone más seriedad a la cuestión tratada.
Poner límites de entrada, en cuanto a cómo deben comunicarse. No permita llamadas a horas insólitas, ni que pretenda que le cuente cómo va su causa por mensajes de texto.
Cuando un profesional da un consejo, tiene que saber, que el cliente puede o no seguir sus directivas. En ese caso, si es muy importante lo que se aconseja, lo haga por escrito, con copia firmada por el cliente para ud.
Es importante que el cliente sienta que se sacó el problema de encima, y se lo dejó a ud.
Jamás prometa resultados, ni haga ilusionar al cliente con tener excelentes probabilidades de éxito. El profesional tiene obligación de medios y no de resultados.
Siempre debe observar el secreto profesional. Lo que el cliente le diga, jamás deberá revelarlo en ningún ámbito, salvo que sea con expreso consentimiento de éste, bajo pena de incurrir en una infracción del código de ética profesional, y sus respectivas sanciones.
Sepa, que no siempre lo que el cliente quiere, se puede hacer.
Ponga límite temporal a las consultas de antemano.
Sepa cobrar las consultas. Su trabajo y tiempo valen.
Trate de mantener una comunicación fluida con su cliente, puesto que ellos están a la expectativa día a día.
Según el caso, hágale firmar un pacto de cuota litis el primer día.
Si fuera una consulta paga, estudie el caso, y luego hágale saber del presupuesto estimativo –siempre estimativo- y que el caso puede derivar en más gastos.
Solicitar al cliente la documentación pertinente.
Tenga en cuenta la posición económica del cliente para resolver sus honorarios. También utilice la diplomacia para la forma de pago.
Todos los clientes tienen características distintas, así que, es recomendable, hacer anotaciones de las cosas que los hacen particulares, y llevar un apunte de lo que éste le dice en la consulta, para luego guardarlo en la carpeta.

Encuadre jurídico
Una vez que haya podido discernir cuál es el verdadero problema, hay que ver si es un problema jurídicamente relevante, o si simplemente lo tomó como psicólogo. Si es jurídicamente relevante, deberá encuadrarlo con calma y sin precipitarse. No obstante, un primer encuadre, estudiar el tema en privado, haciéndole saber al cliente, que igual, lo va a estudiar detenidamente.

Encuadrarlo en la rama del Derecho que corresponda, será el primer paso.
Es probable, que luego de analizar profundamente el caso, cambiemos de opinión, por eso es importante, que en la primera consulta, no seamos categóricos ni definitivos.
Con tranquilidad, analizar los documentos que nos aporte –podemos descubrir que nos hacen falta más-.
A partir de que tengamos delineado el problema, consultar normativa vigente, fallos, doctrina, etc…
Luego, hacer un análisis de los gastos del proceso, y de los honorarios a cobrar y su forma de pago.
Una vez que tengamos definida la estrategia, llamar al cliente para una segunda consulta para ponerlo al tanto de la solución que ud. le propone y el costo aproximado del proceso. Si está de acuerdo, se procede a la confección de la demanda.
Si por el contrario, el cliente es demandado, el tiempo nos corre en contra, y deberemos realizar un presupuesto provisorio para que en la segunda consulta –en la que viene a firmar el escrito- ya le pague.
En los procesos de escaso tiempo para la contestación de la demanda, se cobrará más, porque ello implica una dedicación más intensa. Y si se lo trae, el día anterior al vencimiento de la contestación, aún más.

Dra. Andrea V. Coria

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